Cuántos problemas tiene el mundo, el hombre, el espíritu santo.
Si no hubiera problemas habría que inventarlos a fin de resolverlos.
Es el problema por el problema -algo así como el arte por el arte.
Imangínese un mundo liso, alisado, superficial, sin problemas.
Tan aburrido como el cielo.
Como una mujer junto a una estufa.
Yo amo los problemas como a tu seno izquierdo.
Sólo para acariciarlo.
Blas de Otero
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