El mundo es mi representación: esta verdad es aplicable a todo ser que vive y conoce, aunque sólo al hombre le sea dado tener conciencia de ella; llegar a conocerla es poseer el sentido filosófico. Cuando el hombre conoce esta verdad estará para él claramente demostrado que no conoce un sol ni una tierra, y sí únicamente un ojo que ve el sol y una mano que siente el contacto de la tierra; que el mundo que lo rodea no existe más que como representación, esto es, en relación con otro ser: aquel que lo percibe, o sea él mismo. Si hay alguna verdad a priori es ésta, pues expresa la forma general de la experiencia, la más general de todas, incluidas las de tiempo, espacio y causalidad, puesto que la suponen.
El mundo como voluntad y representación I
Libro primero, El mundo como representación
ARTHUR SCHOPENHAUER
Libro primero, El mundo como representación
ARTHUR SCHOPENHAUER
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