La existencia precede a la esencia. Cada uno es, pues, parcialmente responsable de su ser y de su devenir. Del mismo modo, el bloque de mármol permanece en estado bruto y carente de identidad hasta que el cincel del escultor se decida a darle forma. Ésta no se encuentra oculta, en potencia en la materia, sino que es producida conforme se lleva a cabo el trabajo. Día tras día, hora tras hora, segundo tras segundo, la obra se construye. Cada instante contribuye al devenir.
¿Qué debemos tratar de producir? Un Yo, un Sí mismo, una Subjetividad radical. Una Identidad sin doble. Una realidad individual. Una persona recta. Un estilo notable. Una fuerza única. Una potencia magnífica. Un cometa que traza un camino inédito. Una energía que abra un camino luminoso en el caos del cosmos. Una bella individualidad, un temperamento, un carácter. Sin querer la obra maestra, es necesario tender a la epifanía de una soberanía inédita.
La fuerza de existir. Manifiesto hedonista - Michel Onfray
En referencia al texto ¿Qué significa orientarse en el pensamiento?, de Immanuel Kant.
Un Dios racional
Los seres humanos nos caracterizamos por tener, entre otras cosas, pensamiento, capacidad de pensar. Para orientarnos en este pensamiento nos basamos en lo que Immanuel Kant llama “la sana razón”, la razón pura. Debemos seguir un proceso para comprender el mundo. A partir del entendimiento, relacionamos los conceptos con objetos sensibles.
Como humanos somos seres finitos y existen unos límites en la razón humana, un punto de inflexión hasta el cual puede llegar nuestra capacidad de razonamiento como seres limitados. Es a partir de ese punto de inflexión que la experiencia no tiene valor alguno, ni los sentidos, ni la memoria, ni la ciencia, ni la misma razón especulativa. Ese algo que nos queda y nos empuja es plenamente subjetivo. Pero una vez llegamos a alcanzar la idea de todo lo suprasensible, no se debe caer en la exaltación, el delirio: la razón queda satisfecha, pero nace dentro de nosotros una curiosidad que debemos reconocer como tal que pretende demostrar la existencia de lo suprasensible. Hay que suponer la existencia de un ser supremo porque nos es necesario, ya que por nosotros mismos como finitos tenemos la necesidad de creer en lo infinito, que llegue ahí donde no llegamos nosotros.
Para apoyar su teoría, Kant nos expone la siguiente suposición: en el caso de que Dios se nos presentara físicamente rompería con las leyes de la naturaleza, pero suponiendo que pasara, hay que verificar, estar seguros de que es Dios. Pero no con las posibles similitudes entre tal aparición y la idea de Dios, sino que con sus contradicciones: nos daremos cuenta de que existe el hecho de que en nuestra idea de Dios es, por definición, infinito. Representándose perdería tal característica. No será Dios, será otra cosa. Dios no se puede tener como intuición sensible.
El uso de la razón
La razón se nos puede exigir según dos aspectos: el teórico y el práctico. El teórico es aquel que incluye los conceptos que no nos son vitales para nuestra felicidad, y que podemos elegir si juzgar o no. Si elegimos juzgar hay que tener presente que habrá que recurrir a la existencia de Dios. Luego se nos presenta el uso práctico, el cual no podemos ignorar: consiste en la preocupación de las leyes morales. Y la moralidad nos conduce hacia la felicidad. Existe una realidad objetiva como bien supremo.
Toda creencia es insuficiente. La creencia y el saber son opuestos. Si tenemos una creencia basada en hechos objetivos, a lo que se denominará opinión, puede convertirse en saber, completándola gradualmente con razones de peso de la misma naturaleza. La razón pone un límite a la creencia.
La razón pura, como medio subjetivo, debería tener muy presente las cosas que no sabemos, es decir, guiarnos por lo que no sabemos y no por lo que sabemos, ya que en la ignorancia no hay contradicción. Pero cuando no depende de nosotros juzgar o no, es necesario tener unas máximas que no sean contradictorias.
¿Qué es la razón? ¿Cómo orientarnos?
Kant invade el texto de metáforas para explicarnos la subjetividad de la razón. Es algo que proviene de uno mismo y no de los objetos. Define la razón pura como libertad. La razón humana es la libertad. La libertad de pensamiento permite que éste encuentre su límite y por tanto su propio orden, más que si te lo imponen o cohesiona la razón. Cuando se piensa hay un orden, tiene que haberlo. Es por ello que también dice el filósofo que no hay que dejarse llevar y caer en el delirio. Cierto es que será mejor llevar un mal orden que no llevarlo, pero únicamente con el bueno se puede llegar a la libertad, a la razón pura.
Usar el entendimiento y la razón pura significa entonces lo que comúnmente llamamos usar la cabeza, hasta donde nos permita nuestra humanidad limitada en tiempo, espacio y pensamiento. Aunque nos apagaran todas las luces, aunque estuviéramos perdidos, siempre nos quedará nuestra izquierda y derecha, dice Kant. Siempre habrá algo en nosotros que seguir, pero de manera ordenada y no intentando complicarlo saciando nuestra curiosidad (que por otra parte, es insaciable), demostrando la existencia de lo suprasensible.
Obra: ¡Duro es el paso! Autor: Francisco de Goya (1746-1828) Aiguafort, aiguatinta brunyida, punta seca, 143x168mm. De la serie de gravats "Los desastres de la Guerra" (1810-1815) (En referència a la Guerra de la Independència Espanyola)
Immanuel Kant (1724-1804) ens parla de la comunicació com a lloc filosòfic privilegiat, entenent com a comunicació “allò que es posa en comú”, construint comunitat. És doncs el que fa Francisco de Goya amb la seva sèrie de gravats “Los desastres de la Guerra”. Utilitza l’art com a mètode de comunicació, com a lloc del pensament, transmetent a tot aquell que visualitzi l’obra un concepte, una opinió, una crítica, una reflexió; ens porta a considerar una nova manera de veure l’art.
Segons el filòsof, allò que ens fa humans consisteix en el sentiment i la comunicació. Reivindica el lloc de l’individu des de la qüestió de la particularitat, situant-se en la incertesa, l’angoixa i la paciència. Deia Kant que volia ser un Copèrnic de la filosofia, i probablement podem considerar a Goya un en el camp de la pintura, de l’art. Front de la visió clàssica de la guerra heroica tan usual fins aleshores, Goya plasma la visió de la mort, la destrucció, tanmateix com la por real, no una por cap a les coses abstractes; por a la mort, la gana, la malaltia... És important tenir present que no pretén ser pessimista ni donar-nos una visió obscura i dolenta del món, sinó que simplement representa tot tal qual és –i tenint present que es tractava d’una època de guerra (Guerra de la Independència Espanyola, 1808), és normal que es tractin doncs d’imatges de tal caràcter-, implicant com a víctimes tot tipus d’individus, de qualsevol condició i classe.
En aquest gravat en concret es pot destacar la idea kantiana de la importància del subjecte vulnerable. Els homes que recullen el cos sense vida són febles, fins i tot amb un punt d’amorf i lletjor que provoca més angoixa a l’espectador. L’aparició de la mort a l’obra ens recorda la limitació del subjecte, del pensament, del temps. El terme límit apareix constantment en les obres del filòsof, basant el seu pensament en que la raó humana és limitada. El subjecte és limitat, cal conèixer les nostres possibilitats per saber fins a on pot arribar la nostra raó; l’espai i el temps són necessaris com a coordenades per a conèixer el món. Ens fa pensar en que precisament la limitació es allò que ens fa possible ésser humans. Si hi ha quelcom que és rellevant a la obra és la gran humanitat que hi representa, l’home en el seu estat més dèbil i feble, més trist. Cadascun dels personatges del gravat prenen importància i tenen el seu paper, sobretot aquells als que se’ls hi veu el rostre, que expressa mitjançant duríssimes faccions la dura situació en que es troben.
El poder crític s’aplica també en ambdós casos. A través de l’art de Goya pren distància, i molt vinculat al terme de la reflexió, critica allò que veu i viu, allò real. Tant l’art com la filosofia poden ser i són activitats crítiques, matisen, revisen. És una activitat mundana, miren el món, creen xarxes. Goya és molt reconegut degut a la nova manera en que empra l’art, fent un reportatge modern sobre les desgràcies dels esdeveniments de la seva època. És on també destaca un cert caràcter gnoseològic, ja que malgrat que és important què diu (parlar de la guerra), pren gran rellevància el com ho diu (a traves d’un gravat de fàcil difusió, la manera en que dibuixa les figures, etc.). Dóna prioritat a com coneixem la realitat i el fet de ser estampes provoca una atemporalitat tal que pràcticament podria ser contemporani a qualsevol moment de la historia.
Durante años, muchos físicos han soñado con tener una teoría del todo. Ésta se ha negado principalmente porque la gravedad se ha resistido a expresarse en forma cuántica, algo que se conoce como gravedad cuántica. Existen teorías que han unificado algunas fuerzas, como por ejemplo la teoría electrodébil o, más aún, el modelo estándar a excepción notable de la gravedad. Uno de los modos posibles para evitar problemas con la renormalización e inconsistencias internas dentro de la teoría es no trabajar con partículas puntuales sino considerar objetos extendidos unidimensionales, semejantes a "cuerdas". Según la vibración de tales cuerdas (que se hipotetizan como cerradas o como abiertas, según la versión concreta de teoría) se observarán tales o cuales partículas. [http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_cuerdas]
"Sin memoria, el amor no existiría. [...] La experiencia amorosa más reciente debe superar siempre el umbral de profundidad y complejidad alcanzado por las anteriores. Como ocurre con las drogas, cada vez se requieren dosis mayores para colmar el síndrome de abstinencia."
"El cerebro identifica estructuras que luego almacena en la memoria y a partir de ellas formula predicciones sobre el mundo que le rodea. [...] El cerebro no está para buscar la verdad, sino para hacer predicciones para poder sobrevivir".
"La felicidad está en la sala de espera de la felicidad".
"El paso del tiempo mata el dolor."
"La ausencia física durante mucho tiempo mata el amor."
"El amor no resiste al olvido."
"El amor, nos dice la ciencia de la mente, está efectivamente codificado en el cerebro."